La pandemia más destructiva en la historia
de Europa fue la peste bubónica que asoló al Viejo Continente entre los años
1348 y 1361, ya la que se dio el nombre de “muerte negra". Continuaremos
llamando así a esta epidemia, reservando el nombre de plaga para otras pestes,
tales como la de Londres de 1665.
Como dijimos, la palabra "bubónica"
se refiere al característico bubón o agrandamiento de los ganglios linfáticos.
Esta plaga es propia de los roedores y pasa de rata en rata a través de las
pulgas: la pulga pica a una rata infectada y engulle el bacilo junto con la
sangre; este bacilo puede quedar en el intestino del animal durante tres
semanas y cuando pica a otro animal o a una persona, lo regurgita e infecta.
En el caso de la verdadera peste bubónica,
los humanos sólo se contagian por la picadura de la pulga, nunca por contacto
directo con un enfermo o a través de la respiración.
El transmisor más común de esta infección es la rata negra (Raltus
rattus). Este animal es amigable con el hombre, tiene aspecto agradable y
está cubierto de una piel negra y brillante. A diferencia de la rata marrón que
habita en las cloacas o establos, ésta tiende a vivir en casas o barcos. La
cercanía con el hombre favoreció la traslación de las pulgas entre ratas y
humanos, y así se propagó la peste. La enfermedad, ya fuera en el caso de las
ratas o de los humanos, tenía una altísima tasa de mortandad, y en algunas
epidemias alcanzó el 90 por ciento de los casos, siendo considerado “normal” un
índice de fallecimiento promedio del 60 por ciento.
La bacteria infecciosa Pasteurella pestis, conocida
ahora como Yersinia, se
multiplica rápidamente en la corriente sanguínea, produciendo altas
temperaturas y muerte por septicemia. Pero esto no ocurre a menudo en epidemias
de verdadera peste bubónica, pues para ello se requiere una altísima
transmisión de la infección a través de las pulgas. En ciertos casos, por
razones desconocidas, la infección puede adquirir la forma de una neumonía, y
no necesita de la picadura de pulgas sino que se transmite de persona a
persona, por contacto o a través de la respiración. En una gran pandemia
existen ambas; no obstante, la del tipo neumónica se expande más rápido y más
extensivamente, con una mayor incidencia de casos y una mortandad superior,
puesto que la neumonía, la mayoría de las veces, es letal.
http://www.colombiaaprende.edu.co/html/home/1592/article-189775.html
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